Aligerar...
Quizás, se trate solo de aligerar el peso que a veces llevamos a nuestras espaldas. Quizás, se trate de aligerar el paso.
¿Y como aligerarnos en una sociedad, que nos educa, a caminar con el claxon, llenándo nuestros días de ruídos, demandas, citas, y urgencias?
Quizás... deberíamos pararnos por un instante y reflexionar. Parece que no podemos permitirnos ese tiempo. Parar, por un instante. Reflexionar. Y tal vez, ese instante, nos ayudaría muchas veces, a recuperar el aliento, a retomar con más fuerzas nuestro camino, a mirar el mapa de nuestro rumbo y no perdernos, a asentar lo caminado y beber agua revitalizados! a gestionarnos mejor el tiempo del que disponemos de ahí en adelante...
Cada vez, estoy más convencida, que deberían enseñarnos desde pequeños, a que prestemos 5 minutos al día para nosotros mismos. Escucharnos. Sentirnos. Pensar constructivamente, con una finalidad, para encontrar una buena estrategia a seguir, y esos 5 minutos, nos harían ser más eficaces, nos ayudarían a saber mejor que queremos, quienes somos, adonde vamos, y por supuesto, nos ayudarían a retomar aliento, y a bajar este pulso frenético, en el que nos descubrimos todos día tras día...
Aligerar, creo que es el gran secreto!...
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